Para identificar y cambiar los pensamientos, a menudo irracionales que provocan o aumentan emociones negativas. Analizamos de forma distanciada nuestras conductas y las consecuencias, para comprender su función y encontrar otras que nos beneficien no sólo de forma inmediata sino también a medio y largo plazo, integrando los valores personales para que haya una coherencia en nuestra existencia.

(Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), este método desarrollado por la Dra. F.Shapiro en Estados Unidos es un enfoque integral que tiene en cuenta la mente y cuerpo como poseedores de una información adaptativa que va a permitir la desensibilización de experiencias negativas que por alguna razón quedaron bloqueadas y no resueltas o procesadas (esto ocurre especialmente en traumas por acontecimientos altamente terroríficos como en el estrés postraumático, pero también por sucesos que se vivieron como muy perturbadores). Parece que nuestro sistema psicológico cuenta con el equivalente al sistema inmunológico que defiende nuestro cuerpo de amenazas; con EMDR, se sincronizan la parte racional y emocional de nuestro cerebro, se estimula la memoria y la atención, lo que ayuda a procesar y superar los traumas o heridas emocionales. En más de 70 países, la terapia EMDR es el tratamiento de elección cuando hay un trastorno por Estrés Postraumático, y ha sido aplicado a personas que vivieron los dramáticos sucesos del 11-S o el 11-M.

Durante las intervenciones con EMDR se activan los recursos personales del paciente y se logra que los recuerdos, creencias, emociones y estados fisiológicos asociados a una vivencia traumática pierdan su influencia negativa en el presente, aumentando la percepción de autoeficacia, confianza, autoestima. Esta terapia acorta la intervención terapéutica, siendo muy eficaz en la disminución de la ansiedad o cualquier otra emoción intensa y desagradable. Nuestros psicólogos están reconocidos por la Asociación Española y Europea de EMDR.

Los motivos de conflicto más frecuentes entre parejas son la falta de comunicación, discusiones constantes, insatisfacción sexual, celos, desacuerdos en la crianza de los hijos. El objetivo es la mejora de la comprensión y comunicación entre los dos miembros de la pareja para manejar las crisis que a menudo son inevitables en una relación de convivencia. Generalmente el objetivo es prevenir las rupturas, que sobre todo cuando se tienen hijos pequeños pueden resultar muy dolorosas y estresantes; en otras ocasiones, la terapia de pareja consiste en acompañar en el proceso de separación y evitar pautas destructivas.

Según diversos estudios, el nivel de satisfacción en una pareja se relaciona sobre todo con la capacidad de afrontar los inevitables conflictos o desacuerdos de la vida cotidiana de forma constructiva, más que con la coincidencia de intereses, ideologías o actitudes ante la vida.

Los ejes de esta terapia son la superación de “heridas emocionales” en el caso de infidelidades, pérdida de confianza en el otro, decepciones…, el aumento de conductas gratificantes en la relación de pareja, la mejora en la comunicación, negociación y resolución de problemas. El psicólogo interviene como un mediador y facilitador de procesos, para que ambos miembros de la pareja puedan expresar y resolver sus sentimientos, necesidades y deseos en un contexto de seguridad, tranquilidad y respeto.

Consiste en la utilización de sugestiones positivas durante un estado de profunda relajación, en el que la conciencia se reduce para dejar protagonismo al inconsciente, también denominado mente interna o intuitiva. Estas sugestiones tienen que ser creíbles y aceptadas por la persona en trance, por lo que en contra de algunas creencias populares, a menudo alimentadas por el cine, no se anula la voluntad.

El estado de trance está presente en nuestra diaria más de lo que imaginamos; es el caso del ensimismamiento cuando nos abstraemos de lo que nos rodea: cuando conducimos un automóvil, a veces lo hacemos en “automático” mientras divagamos en otros pensamientos; viendo la televisión o leyendo un libro, puede ocurrir que no escuchemos a alguien que nos habla; con una película, podemos meternos tanto en la trama, que experimentamos emociones casi tan intensas como las de los personajes.

La hipnosis es el proceso por el cual se llega a un estado de conciencia modificado, más receptivo a sugestiones deseadas, por lo que resulta más fácil provocar cambios en nuestras actitudes y conductas. La mente inconsciente es esencial, puesto que es la parte de nosotros que conoce en todo momento nuestro estado interno y nos cuida, sin necesitar de nuestro lado racional; es por ello que la hipnosis no funciona de forma óptima cuando existen resistencias o desconfianza; y por el contrario es muy eficaz cuando hay una voluntad de cambio y confianza en la terapia,  pactando con el terapeuta los resultados que se quieren obtener.

La tranquilidad es un estado en el que solucionamos más rápidamente nuestros problemas, nos relacionamos más eficazmente con los demás, rendimos mejor, etc. Por medio de una atención sostenida y distanciada podemos conseguir un estado de serenidad. Los ejercicios de respiración, visualización o conexión con el cuerpo permiten que nuestro organismo se relaje y disminuyan la ansiedad, irritabilidad, culpa, tristeza…

Por sus siglas en inglés Emotional Freedom Techniques (Técnicas de Liberación Emocional). Por medio de golpecitos en puntos de acupuntura mientras se enfoca el problema y los pensamientos asociados, se consigue el alivio de síntomas de forma rápida y sencilla y se facilita que nuestro organismo encuentre la estrategia de afrontamiento más eficaz. Los efectos de esta terapia son una flexibilización y apertura del pensamiento, a la vez que se activan defensas emocionales adaptativas de forma similar a las defensas que genera nuestro sistema inmunológico en el cuerpo para combatir la enfermedad.

Se trata de una herramienta muy poderosa que permite acceder a un autoconocimiento profundo, identificando los mensajes inconscientes recibidos en la infancia y patrones automáticos que han ido configurando nuestros rasgos de personalidad y que a menudo provocan el tropezar en la misma piedra. Es una guía para identificar nuestros estilos de aprendizaje, afrontamiento y motivaciones, capacitando el despliegue de nuestro potencial por medio de actitudes sanadoras que elevan nuestro nivel de desarrollo físico, psicológico y espiritual.